DATOS BIOGRAFICOS
DEL EXCMO. MONS. PEDRO ARNOLDO APARICIO QUINTANILLA.
PRIMER OBISPO SALESIANO EN EL SALVADOR.
PRIMER OBISPO DE LA DIOCESIS DE SAN VICENTE Y
FUNDADOR DE LA CONGREGACION “HIJAS DEL DIVINO SALVADOR”
Nació en Chinameca, Departamento de San Miguel, El Salvador, el 29 de abril de 1908. Sus padres fueron: Don Bartolomé Aparicio y Doña Julia Quintanilla. Fue el sexto de una familia de 8 hijos, bautizado el 23 de agosto de 1908, en Chinameca.
Ingresó a la Institución Salesiana el 8 de febrero de 1923; emitió su primera profesión el 27 de diciembre de 1927.
Ejerció la profesión de maestro normalista, dentro de la Institución Salesiana, desde junio de 1928. Su Ordenación Sacerdotal fue el 20 de febrero de 1937.
Protagonista en la sociedad como sacerdote
Como buen sacerdote salesiano, su labor de pastor la realizó en el campo de la educación, sus planes iban en relación a la salvación de los jóvenes.
Siendo sacerdote prestó sus servicios a la congregación salesiana y a la patria en favor de la niñez y juventud como:
- Consejero escolar del Colegio "Santa Cecilia", en Santa Tecla, El Salvador, en los años 1937 a 1941.
- Director del Colegio "Don Bosco" en San Salvador, en los años 1942 al 30 de junio de 1945.
- Director del Instituto Técnico "Don Bosco" de la Ciudad de Panamá, en el año 1945, época más difícil de la Segunda Guerra Mundial; en Panamá jugaba un papel importante y delicado; donde su misión especial fue levantar la Escuela de Artes e intensificar mucho más la devoción a María Auxiliadora y a San Juan Bosco.
- Director de la Federación de Colegios Católicos (FEDEC), organización fundada por él, para velar por los derechos de la educación católica.
- En estos años también fue confesor en varios Colegios de San Salvador y Santa tecla: Colegio “Sagrado Corazón”, “Santa Inés”, “Belén”, “María Auxiliadora”, “Asunción” y otros.
- Protagonista en el Congreso Eucarístico de San Salvador, que se realizó con motivo del Centenario de fundación de la Arquidiócesis, el Señor Arzobispo, Excelentísimo Monseñor Luis Chávez y González, rodeado de una comisión, organizó un Congreso Eucarístico, en la Ciudad Capital, el cual se celebró del 23 al 26 de noviembre de 1842, y fue calificado como el acontecimiento religioso más relevante en la historia de esta nación. Durante dicho Congreso, los obispos centroamericanos, crearon el Secretariado Episcopal de América Central y Panamá (SEDAC), siendo sus grandes inspiradores Monseñor Luis Chávez y González, Arzobispo de San Salvador y Monseñor Víctor Sanabria, Arzobispo de San José, Costa Rica.
El Padre Aparicio, joven y entusiasta, participó activamente en este acontecimiento grandioso; fue uno de los que más cerca estuvo del Señor Arzobispo para brindarle su apoyo. Y ¡cómo iba a dejar pasar tan memorable acto, donde daría culto al que tanto amaba!
Como elocuente orador que era, se dirigió al pueblo salvadoreño con el siguiente mensaje. Se transcribe una parte: "… al frente del cortejo de ilustres profesionales y el rudo labriego, que arranca pacientemente las riquezas exuberantes de estas tierras de Nequepio, se darán cita en la Ilustre Capital Salvadoreña, para tributar al Dios Hostia, nuestro Creador y nuestro Rey, el homenaje de un pueblo creyente que se inclina reverente y se doblega únicamente ante el Rey de las naciones... Salvadoreño, no desmayes tu innata bravura. En cada hombre hay un héroe inmortal, que sabrá mantenerse a la altura, de su antiguo valor proverbial. Dios y la Patria lo quieren, por Dios y la Patria lo haremos.
Cristo vence. Cristo impera, Cristo Reinará en nuestra nación”[1].
Pedro Arnoldo Aparicio, S.S. [2]
La vida del Padre Aparicio como sacerdote fue muy corta: del 20 de febrero de 1937 a inicios de 1946. Pero en estos años dejó huellas en todos los ámbitos: en la Iglesia, en el gobierno, en los niños y jóvenes, en el pueblo en general quien por su lograr su objetivo de salvar a los niños y jóvenes, se relacionaba con las diferentes clases sociales.
HACIA EL EPISCOPADO
§ El jueves 31 de enero de 1946, estando en Panamá fue preconizado Obispo.
§ El día sábado 22 de febrero de 1946, fue nombrado Obispo Auxiliar de San Salvador por Su Santidad Pío XII.
§ El día sábado 29 de junio de 1946, fue consagrado Obispo por el Excmo. Señor Nuncio Apostólico Fray Juan María Emigdio Castellani, en la Catedral Metropolitana de San Salvador.
§ Domingo 21 de julio de 1946, a las 9:00 a. m. fue recibido en San Vicente entre vítores, cohetes, aires marciales y calurosos aplausos. Llegó acompañado de Su Señoría Ilustrísima, Mons. Luis Chávez y González.
§ El día viernes 10 de agosto de 1946, fue nombrado Vicario Ecónomo y Delegado de la Diócesis de San Vicente, por el Excmo. Mons. Luis Chávez y González.
§ El 27 de noviembre de 1948, fue nombrado Obispo de la Diócesis de San Vicente, por Su Santidad el Papa Pío XII.
Tomó posesión de la misma, el 20 de febrero de 1949, gobernándola personalmente por 35 años.
SU LABOR DE PASTOR
El 2 de abril de 1949, fecha en que el Papa Pío XII cumplía sus Bodas de Oro Sacerdotales, El Excmo. Mons. Pedro Arnoldo Aparicio, fundaba e inauguraba el Seminario Menor "Pío XII", para la formación del Clero Diocesano el cual siempre se ha mantenido muy unido y trabajador. El 19 de octubre del mismo año, proclamó a María Santísima Auxiliadora, Patrona de la Diócesis de San Vicente y su imagen fue colocada en las principales carreteras que daban acceso a dicha Diócesis.
FUE FUNDADOR DE:
§ La Revista “Primavera”, en 1942, estando en el Colegio Santa Cecilia. Y de la Revista “Horizonte”, siendo Director del Colegio Don Bosco; ambos Colegios están en El Salvador.
§ 18 parroquias y 3 vicarías territoriales. Y para mantener la unidad y el espíritu cristiano entre sus feligreses, organizó las siguientes asociaciones:
- La Sociedad de “Caballeros de Cristo Rey” que llegó a tener más de 25,000 miembros, dando un impulso notable en cuanto el espíritu religioso y social en la Diócesis.
- La Sociedad de “Las Auxiliadoras Parroquiales”, que se encargaban de la catequesis y cuidado de las jóvenes campesinas.
- La Sociedad de “La Archicofradía de María Auxiliadora”.
- La Sociedad de “La Legión de María”, antes que la establecieran las otras Diócesis de El Salvador.
§ Algunos grupos de apostolado, como: “Los Cursillistas de Cristiandad”, “Los Scouts”.
§ CARITAS de El Salvador.
§ Varias Cooperativas.
§ Escuelas Parroquiales.
§ Y viendo la escasez de los sacerdotes y el trabajo intenso de las parroquias, fundó el Instituto Religioso Femenino "Hijas del Divino Salvador" en Santo Domingo, Diócesis de San Vicente, el 24 de diciembre de 1956 y que desde el 4 de marzo de 1989 es de Derecho Pontificio.
§ La Normal Rural de Santo Domingo en 1959, por determinación de la Conferencia Episcopal de la Provincia Eclesiástica de El Salvador.
§ En 1950, Año Mariano, colocó la Imagen de María Auxiliadora en los cuatro puntos cardinales divisorios de la Diócesis, para que fuera Ella quien dirigiera y protegiera la Diócesis, (una a las orillas del Puente Cuscatlán, otra a las orillas del Puente de Oro, otra en Olocuilta y otra en Santo Domingo).
Todos los años visitaba cada una de las provincias de la Diócesis, tanto de los cantones como de los caseríos. Además, organizó la catequesis de la Diócesis en forma sistemática y publicó textos de religión para cada grado, sobre la Doctrina Social de la Iglesia y muchos opúsculos. Fue autor de varias cartas pastorales, saludos navideños y valientes alocuciones con motivo de las Fiestas Patrias.
Asistió a todo el Concilio Vaticano II en Roma y a los 3 primeros Sínodos: dos veces como Delegado y una vez como Presidente de la Conferencia Episcopal de El Salvador, presidencia que dirigió por 2 períodos. Así mismo, participó de las Conferencias del Episcopado Latinoamericano, celebradas en Medellín y Puebla.
Con valentía y firmeza defendió la doctrina cristiana y los derechos de la Iglesia.
A nivel nacional fue un gran impulsador de la educación, luchando por la formación de maestras católicas. En 1972 logró que la Conferencia Episcopal pidiera la aprobación de una Escuela Normal netamente católica, que funcionó en el Colegio Santa Inés en Santa Tecla, dirigido por las religiosas "Hijas de María Auxiliadora", por las exigencias impuestas se cerró. En 1977 logró que se aprobara nuevamente en Santo Domingo, la Escuela Normal que había funcionado en los años 1959 a 1968.
Monseñor Aparicio, como Pastor de la Diócesis de San Vicente, dio cuatro grandes respuestas con su labor pastoral:
1. La formación del clero: Fundó el Seminario “Pío XII”.
2. La educación: - Fundó el Instituto “Hijas del Divino Salvador”, la Escuela para la formación de maestras católicas y escuelas católicas.
3. La catequesis: Organizó la catequesis: la mayoría de las Parroquias llegaron a tener centros catequísticos bien organizados. Esta se daba gradual, de Parvularia a Noveno grado, con certificados. La Archicofradía de María Auxiliadora y la Legión de María tenían como objetivo extender la fe y devoción a la Santísima Virgen.
4. La promoción humana y social: Fundó la Asociación de los Caballeros de Cristo Rey, que llegó a tener más de 25,000 miembros, dando un impulso notable al espíritu religioso y social de la Diócesis. En la actualidad siguen trabajando por el mejoramiento religioso, social, moral, cultural y económico. Fundó la Asociación de las Auxiliadoras Parroquiales, que se encargaban de la catequesis y promoción de las jóvenes campesinas. Fundó Cooperativas para fomentar en los campesinos el valor del ahorro y la ayuda mutua para obtener una mejor producción. Fundó Cáritas y otros grupos. Estas Asociaciones y grupos tenían como fin, la cristianización de sus hogares y comunidades donde vivían.
Todo el trabajo pastoral, Monseñor Aparicio lo realizó con la espiritualidad salesiana: infundió el amor y devoción a la Eucaristía, el amor y devoción a la Santísima Virgen María, el amor y adhesión al Papa, a la Iglesia y predicó la sana doctrina.
Su amor a María Auxiliadora lo caracterizó en toda su vida. La nombró Patrona de la Diócesis y colocó su imagen en los cuatro puntos divisorios de la Diócesis.
A Monseñor Aparicio se le puede definir como:
- Un hombre de carácter y lleno del espíritu de Dios.
- Identificado con su Patria.
- Gran salesiano: amante de la Eucaristía, de la Iglesia y de la Santísima Virgen María.
- Gran educador: Defendió la integridad de la educación católica. Trabajó por la formación de los maestros. “Hombre lleno de pasión por la Educación” (Mons. Arturo Rivera Damas).
- Experto educador, valiente pastor, apreciado guía espiritual e iluminado fundador, así lo describió el Rvdmo. Padre Egidio Viganó, Rector Mayor de la Familia salesiana, en el saludo de pésame).
El 16 de junio de 1983, habiendo cumplido los 75 años de edad, se retiró de la Diócesis y, continuó guiando al Instituto "Hijas del Divino Salvador" a través de su ejemplo y su palabra orientadora y trabajando en la formación de maestras católicas en el Colegio "Ana Guerra de Jesús", que está en la Casa Madre del Instituto por él fundado, sirviendo de ejemplo como educador salesiano y fiel hijo de San Juan Bosco. Desde 1988 su salud fue quebrantada, pero continuó trabajando en la medida de sus posibilidades, para la gloria de Dios y bien de la juventud.
Monseñor Aparicio murió en la paz del Señor, el 7 de septiembre de 1992, asistido por el Excmo. Mons. José Oscar Barahona, en ese entonces, Obispo de la Diócesis de San Vicente, el Padre Fernando Bogantes, salesiano, y un grupo de Religiosas Hijas del Divino Salvador y sus restos descansan en la Capilla de la Casa de Formación del Instituto "Hijas del Divino Salvador", en Santo Domingo, Diócesis de San Vicente, El Salvador, C. A.